La empresa
Actualmente la empresa Rafael Abad S.A. es administrada por la tercera generación de la familia Abad. Nuestra actividad principal es la venta de bicicletas y componentes, y la reparación de las mismas. Contamos con 5 tiendas en la Comunidad Valenciana.
Nuestra filosofía
Somos una empresa familiar cercana a nuestros clientes. Nos gusta lo que hacemos, ponemos pasión y naturalidad en nuestro trabajo, disfrutamos de todo lo que rodea al mundo de la bicicleta. Nos adaptamos a los tiempos actuales y avanzamos con la tecnología.
Historia
La empresa Rafael Abad tiene alrededor de 90 años. Actualmente es la tienda de bicicletas más antigua de España. Empezó siendo una humilde tienda de ultramarinos que fundó nuestro abuelo, Rafael Abad Pérez. Dicha tienda estaba situada tras la Lonja, en la que ahora consideramos la tienda central.
La empresa Rafael Abad tiene alrededor de 90 años. Actualmente es la tienda de bicicletas más antigua de España. Empezó siendo una humilde tienda de ultramarinos que fundó nuestro abuelo, Rafael Abad Pérez. Dicha tienda estaba situada tras la Lonja, en la que ahora consideramos la tienda central.
Poco a poco, Rafael Abad fue introduciendo nuevo género: primero máquinas de coser, sus accesorios, luego bicicletas y recambios que básicamente, en aquella época, consistían en una bici de mujer, una de hombre y una de niño; posteriormente artículos de coche y recambios de moto.
Conforme fue saliendo más material nos fuimos especializando en lo que más nos gusta: la bicicleta.
Poco a poco y con tesón, entre nuestro abuelo y su hijo, el actual dueño, D. Rafael Abad Cosme, consiguieron crear esta empresa, que cuenta con seis tiendas y en la que nos preciamos de ser primeramente una empresa familiar cercana al cliente. Y ahora estamos nosotros, la tercera generación, para continuar su legado e intentar hacerlo tan bien como ellos y dejarlo a la siguiente generación de la familia Abad.
Hemos vivido muchas cosas: una gran depresión, una guerra civil y su posterior recuperación; hemos ido creciendo junto con la ciudad, como nuestra tienda en la calle Lorca, que cuando la abrimos la calle era de tierra y detrás era todo huerta. Tres riadas, curiosamente en la de Valencia en la tienda central no llegó a entrar agua, mientras que en Alcira, dos veces llegó casi al techo.
Durante este tiempo hemos disfrutado de generaciones enteras de ciclistas a los que queremos dar las gracias por su cariño y a nuestros compañeros de trabajo, tanto presentes como ausentes, que cada día nos ayudan y a los que siempre agradecemos su esfuerzo.
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